Una vida de éxito para la mujer, hoy en día tiene muchos matices. Dependiendo de las creencias de cada una, algunas creerán que llegar muy lejos en lo profesional, teniendo un gran puesto en una multinacional, es un éxito redondo. Algo de éxito hay allí.
Otras, quizá, ponga el éxito en función a qué tan lejos llegaron en el ministerio, convirtiéndose en reconocidas y solicitadas predicadoras, que ya no tienen espacio en la agenda ante tantos compromisos ministeriales. Sin duda, algo de éxito hay por allí.
No tengo dudas en que otras lo verán en función a la cuenta bancaría. “Tanto tienes, tanto vales”, dice el viejo refrán; y en función a eso es probable que todos los esfuerzos sean dirigidos conseguir negocios “rentables”, cualquiera que sea el modus operandi… ¿Algo de éxito habrá ahí?
Pero… ¿Qué es lo que nos hace exitosas en verdad?
Tengo una respuesta breve y concreta para ti: una vida en integridad.
Puedes ejercer cualquier oficio o profesión, pero el sello de tu vida debe ser un obrar cristalino en lo laboral, y una integridad que te lleve a una genuina preocupación por los demás. Porque, a la larga, trabajamos con personas, y cada persona es una historia diferente.
¡Debes brillar en tu centro de trabajo! No solo por lo que haces, sino principalmente por lo que eres. Debes ser de aquellas personas que están dispuestas a caminar la milla extra cuando tu jefe te lo pide; y debes caminar aun dos millas adicionales cuando una compañera de trabajo necesita de un abrazo sanador.
TANTA PRISA EN ESTOS DÍAS ¡Y YO PREOCUPÁNDOME POR VIVIR EN INTEGRIDAD!
Esto parecen gritarlo muchas mujeres, aunque no lo digan. ¿De qué manera? Pues con la forma en que viven su día a día. La prisa es el sello de estos días. Las obligaciones laborales, los quehaceres domésticos, el día a día familiar, la televisión y el tiempo que pasamos en el smartphone literalmente se “traga” nuestro día.
Y para vivir una vida en integridad necesitamos invertir, sobre todo, ¡tiempo! Tiempo para estar con nuestro esposo, conversar con él, salir con él, conocerlo y amarlo cada día más. Tiempo para establecer con nuestros hijos lazos perdurables, donde ellos tengan la seguridad de que si hay alguien en quien pueden confiar a plenitud, ¡esas somos nosotras!
Tiempo para apartarnos del mundanal ruido de la ciudad y meditar en qué es lo que estamos haciendo bien, y en qué estamos obrando mal que sea necesario corregir. Tiempo para pedir en oración por las cosas que realmente necesitamos y por aquello que haga nuestra vida un sello de integridad.
Ser una mujer de éxito, finalmente, implica que vivas en paz con lo que haces, y esta paz la encuentras en una sola persona: en Jesucristo. En este tiempo hay muchas cosas que te ofrecen algún tipo de sosiego, pero la experiencia de vivir una vida acorde a los principios de Dios, está demostrado a lo largo de los siglos que nos hace encontrar una verdadera y genuina paz.
¿Quieres ser una mujer de éxito? Vive en integridad, separa tiempo para lo importante y toma la mano de Dios. Esta fórmula nunca falla. Nunca.